jueves, 20 de febrero de 2014

Las transformaciones del siglo XIX



Transportes y distancias: En la revolución indrustiral, se iniciaron unas transformaciones en las industrias que tuvo como consecuencia una mayor productividad y eficacia en la elaboración de productos, los cuales exigieron una rápida manufacturación. Para ello utilizaron máquinas de vapor en los medios de transportes terrestres y marítimos. En esta época se inventó la locomotora, que tenía como combustible el vapor.
Esto tiene como antecedente la creación del barco de vapor, construido por Robert Fulton en 1807. Pronto fue imitado por diversos países como Inglaterra, Alemania y EEUU.
Los ferrocarriles aparecieron en el año 1823.Pronto el ferrocarril se fue extendiendo por toda Europa y los EEUU. También hubo una mejora en la maquinaria que usaban en las industrias a las que se les adaptaron los avances tecnológicos con el fin de obtener mayor producción; dando lugar a una mayor competencia entre los países desarrollados.



Durante el siglo XIX muchas personas abandonaron la zona rural para irse a las ciudades en busca de mejorar su nivel de vida. Alemania, EEUU e Inglaterra fueron los países donde mas aumentó la población en las ciudades.

Migraciones: Otro de los aspectos más importantes de este siglo es el llamado éxodo rural, en el que gran parte de la población rural emigró a las ciudades, como consecuencia de la gran demanda de personal que tenían las fábricas y el deseo de losw campesinos de buscar en la ciudad una mejor calidad de vida.


Producción en serie e innovaciones en las comunicaciones y los transportes. Hacia finales del siglo XIX el progreso industrial a la producción en serie; esto consistía en reducir el trabajo de los trabajadores, ya que cada grupo se dedicaba a una tarea específica.Quizá este tipo de producción tenía su parte positiva, que era el mayor rendimiento, pero también su parte negativa, ya que esta especialización limitaba a los trabajadores, produciéndoles una mayor fatiga e incluso agotamiento psicológico. Este sistema llegó a construir la principal manera de organización del trabajo dentro de las industrias durante el siglo XX hasta nuestros días. A raíz de todos estos inventos los medios de transporte mejoraron considerablemente, y con ello el nivel de vida de las personas.






jueves, 13 de febrero de 2014

INFLUENCIA DEL PADRE FEIJOO EN LA PEDAGOGÍA



La repercusión que supusieron las ideas reformistas del padre Feijoo en la educación fue principalmente:
-          El acceso a la universidad por medio de un examen,  es decir, la selección del alumnado (actualmente identificado con el examen PAEG).
-          La introducción de textos de varios países, instando así a una mayor diversidad de conocimientos (en la actualidad, es incluso recomendable leer los libros en versión original, sin ser traducidos previamente).
-          el cambio de metodología  (sustitución del método de “dictados” por el de libros de texto para cada asignatura). Su pondría una revolución en cuanto a la ganancia de tiempo a la hora del aprendizaje así como en cuanto a favorecer la capacidad crítica del alumno, que él mismo promulgaba. Hoy en día se mantiene este sistema de división de las distintas materias y seguimiento de las mismas mediante libros, aunque se tiende a la utilización de medios más modernos y eficaces como internet.
-          La creación de academias científicas, que dio lugar a una gran proliferación de centros de estudio y centros de investigación que actualmente se mantienen y son cada vez más frecuentes y necesarios.
-          La centralización de la universidad en el estado, lo que permanece en nuestros días en la mayoría de ellas.









jueves, 6 de febrero de 2014

Biografía Padre Feijoo

Nació en el seno de una familia hidalga del muy antiguo linaje de Feijoo, en el pazo de Casdemiro, parroquia de Santa María de Melias, a las riberas del río Miño y un poco más abajo de su unión con su afluente, el Sil. Sus padres fueron don Antonio Feijoo Montenegro y Sanjurjo y doña María de Puga Sandoval Novoa y Feijoo. Cursó sus estudios primarios en el Real Colegio de San Esteban de Rivas de Sil. En 1688, a los catorce años, ingresó en la Orden Benedictina en el monasterio de San Julián de Samos, cuando era su abad fray Anselmo de la Peña, quien sería después general de su congregación en España y Arzobispo de Otranto (Reino de Nápoles).File:Benito Jerónimo Feijoo.jpg
Convertirse en monje benedictino le supuso voto de pobreza y, por tanto, renunciar a sus derechos como mayorazgo de su casa. Desde entonces se consagró al estudio, llegando a ser nombrado "maestro general" en su orden, y dio clases en distintos lugares de Galicia, de Leóny de Salamanca, en cuya Universidad estudió también. Ganó por oposición una cátedra de Teología en la Universidad de Oviedo y allí residió desde 1709 hasta el fin de sus días, consagrado al estudio, a la enseñanza, a la composición y defensa de sus obras (que levantaron gran polvareda en cuanto a detractores y seguidores desde que en 1726 salió el primer tomo de su Teatro Crítico) y a sostener un caudaloso epistolario, bien con otros eruditos y científicos de su propia orden, como fray Martín Sarmiento, o con sabios y escritores de toda España, Europa y América. Sus obras principales, el Teatro crítico universal y las Cartas eruditas y curiosas, fueron probablemente las obras más impresas y leídas en la España del siglo XVIII, de suerte que bien pudo desechar todo argumento de autoridad y proclamar con orgullo:
«Yo, ciudadano libre de la República de las Letras, ni esclavo de Aristóteles ni aliado de sus enemigos, escucharé siempre con preferencia a toda autoridad privada lo que me dictaren la experiencia y la razón».1
En los últimos años de su vida fue atacado por la sordera y una extrema debilidad en las piernas obligaba a traerlo a los oficios del coro en silla de ruedas; falleció en su colegio de San Vicente de Oviedo el 26 de septiembre de 1764, a los ochenta y siete años, once meses y dieciocho días, y está enterrado en la iglesia de Santa María de la Corte (Oviedo).
La Sociedad Económica de Sevilla lo incluyó entre sus socios numerarios; Fernando VI le dio el título de consejero real en prenda de su estima yCarlos III le regaló por la misma razón un ejemplar de Las antigüedades de Herculano. El papa Benedicto XIV y el cardenal Quirini hicieron de él grandes elogios y fue por muchos escritores y sabios respetado y agasajado.
Se considera a Feijoo el introductor del género ensayístico en la literatura española, así como uno de los más famosos miembros (junto conMayans) de la que es considerada la Primera Ilustración Española (desde 1737 hasta poco después de la muerte de Fernando VI), tras una primera etapa de pre-ilustración representada por los novatores: un grupo constituido fundamentalmente por médicos y cuyas obras se reimprimieron sin pausa a lo largo de todo el siglo XVIII.