Las conclusiones que puedo
sacar acerca de este trabajo son que cuando nuestros abuelos asistían al
colegio todo estaba menos estructurado, había menos control de la asistencia.
Además había distinción entre las clases de hombres y mujeres, ya que a los
hombres se los orientaba más hacia su vida laboral y universitaria, y a las
mujeres se las encaminaba más hacia el mundo doméstico, haciendo hincapié en
las labores del hogar. También hay que destacar el alto contenido de enseñanzas
ideológicas que se inculcaban en aquellos años, ensalzando los triunfos de los
héroes españoles y la figura de Franco, que he podido darme cuenta por la alta
estima que mi abuelo tiene hacia él, lo que me hace pensar que en aquella época
se omitía cierta información acerca de los hechos sucedidos en la etapa
franquista.
Cuando hablo de poco
control, me baso en lo pronto que mi madre dejó la escuela. No creo que con 8
años una niña haya obtenido los suficientes conocimientos que una persona
requiere hoy en día. La verdad me entristece mucho que esto ocurriese así,
porque no solo a mi madre, sino que a muchos niños de aquella época, causado
por este poco control de escolarización, quizá pudieron perder una oportunidad
para que en un futuro pudieran haberse dedicado a lo que de verdad querían,
aunque bien es cierto que nunca es tarde para ponerse a estudiar.
En el actual modelo de
educación, bajo mi punto de vista se le da demasiada importancia a algunos
aspectos como la ética, y no tanto a la orientación hacia el mundo laboral, que
al fin y al cabo, es lo que en un futuro nos dará de comer. Por eso en parte me
gusta el sistema que tenían mis abuelos, pero sin que hubiera ninguna
distinción entre el hombre y la mujer, y ojo, solo en ese aspecto, pues estoy
totalmente en contra de la carga ideológica, que aún hoy en día está en los
colegios, sobre todo en aquellas comunidades donde existen los nacionalismos.
En mi opinión para que en
España se establezca un buen sistema educativo, hay que realizar una reforma en
la que todos los partidos políticos estén de acuerdo para así no cambiar los
sistemas cada 4 o 6 años, una de las
razones por la cual nos situamos en los puestos más bajos del Informe
Pisa.
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